Borja Vivas: «Tras la medalla de plata hay que poner el techo aún más alto»

El subcampeón de Europa en lanzamiento de peso rezuma optimismo tras su año de consagración en la élite y afronta con ganas la nueva temporada.

Jesús Ortiz García
Actualizado: 07/10/2014 08:00 horas

Casi 2 meses han pasado desde que Borja Vivas firmara su consagración definitiva en la élite mundial del lanzamiento de peso. Con la medalla de plata en el Europeo de Zurich enterraba los fantasmas de las grandes competiciones y conseguía a sus 30 años el gran aldabonazo en su carrera. Pero el malagueño no se conforma con su primer podio internacional y ya fija nuevos retos. «Los miedos se han ido y veo que soy capaz de lograr lo que me proponga», asegura.

Tras un periodo de vacaciones, el malagueño de 2,04 metros de estatura y 140 kilos de peso ha vuelto a las entrenamientos bajo las órdenes de Tomás Fernández, el maestro que le ha llevado a reinar en España y a colarse entre los mejores del Viejo Continente en el mágico estadio de Letzigrund. «Tantas veces lo había imaginado, tenía la esperanza de que algún día llegaría y por fin llegó mi momento de gloria. No sé si será mi tope, pero lo que es seguro es que la medalla no me la quitará nadie», cuenta.

El malagueño durante un lanzamiento. Fuente: RFEA

El malagueño durante un lanzamiento. Fuente: RFEA

Se le escapa una sonrisa cada vez que recuerda aquel lanzamiento en el que la bola de 7,26 kilos alcanzó los 20,86 metros. «Fueron muchas emociones, había demasiada tensión y cuando lo conseguí fue una liberación, llevaba tiempo esperando algo así», apunta. La plata y la imagen en la que aparece en el podio flanqueado por lanzadores legendarios como David Storl y Tomasz Majewski las conserva como su mejor tesoro. «Se dice pronto estar entre 2 grandes. Es una foto que siempre guardaré y espero enseñárselas a mis nietos algún día», dice.

Nuevos objetivos

Entre el vetusto gimnasio y el círculo de lanzamiento de la Ciudad Deportiva de Carranque ya prepara otra temporada el nuevo Borja, que ha ganado en confianza y seguridad tras su gran año. Sus entrenamientos titánicos, un cambio de mentalidad, algunos retoques en la técnica, regularidad y el poso que le ha dado la experiencia han sido el cóctel perfecto para llevarle en volandas hacia el éxito.

«Quizás también la barba me ha dado fuerzas», bromea. «El médico que nos trata en la selección española me recomendó que me la dejara, que con ella iba a asustar a los rivales, así que no me la voy a afeitar por lo que pueda pasar», añade entre risas. El Europeo en pista cubierta en Praga, revalidar el título de campeón de España y el Mundial al aire libre en Pekín son algunas de sus metas.

«Tengo muchas ganas e ilusión para esta temporada. No sé donde está mi límite, el objetivo es seguir mejorando y superar mi mejor marca de 21,07 metros. Tras la medalla de plata soy más optimista y hay que poner el techo más alto aún. Quiero lograr una medalla en el Europeo en pista cubierta, hacerlo bien en el Mundial y clasificarme para las Olimpiadas de Río», recalca.

Con los más pequeños

Mientras tanto, Borja Vivas saca siempre tiempo para volcarse con los más pequeños para promover el deporte. «Estuve en la presentación de las escuelas municipales de atletismo en Málaga y me decían que hace 5 años empezaron con 25 niños y ya tienen 280. Esperamos seguir en la misma senda y que los más jóvenes hagan deporte. Tenemos unos cuantos niños que están probando en lanzamiento, a ver si salen más. Teniendo cantera, el futuro está garantizado», subraya.

Preguntado sobre la posibilidad de que el Estadio de Atletismo Ciudad de Málaga pueda llevar su nombre, el andaluz se mostró encantado: «Ojalá, sería un orgullo. El estadio en un futuro debería llevar el nombre de un atleta, ya sea el mío o el de otro deportista. No me han dicho nada desde las instituciones, yo seguiré trabajando y mejorando para ponerles más fácil la decisión».

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