La precisión del hombre tranquilo

Chema Dueso sufre una distrofia muscular que no le ha impedido convertirse en uno de los máximos exponentes de la boccia en España.

I. M.

Para ser un buen jugador de boccia se requiere capacidad de estrategia, la cabeza fría y tiros certeros. José María Dueso, más conocido como Chema, posee todas estas cualidades, lo que lo ha situado en la élite de este deporte paralímpico similar a la petanca.

Este valenciano sufre una distrofia muscular que no le ha impedido acumular títulos, entre los que destacan dos campeonatos del mundo. Siendo consciente de que la enfermedad lo postraría en una silla de ruedas, acudió hace años a la Federación de Deporte Adaptado de Valencia y comenzó a practicar tenis de mesa. Fue precisamente su entrenador en esa época quien lo introdujo en la boccia, un deporte en el que el ganador se decide a veces por las décimas de milímetro que separan una bola de otra.

“No sabía que existía pero tiene un componente estratégico que me gustó. Exige mucha precisión pero no tiene la carga o un esfuerzo físico como en otros deportes como la natación o el ciclismo. Además, para una persona que tiene una enfermedad en la que pierde la musculatura y está bastante limitado, competir en un deporte a un alto nivel es muy interesante y es lo que más me atrajo”, señala Dueso, que quedó cuarto en los Juegos Olímpicos de Pekín en la categoría BC4, para personas con disfunción locomotriz severa de las cuatro extremidades pero no son asistidos por un auxiliar.

Este deportista afirma que la preparación y los entrenamientos se han convertido en un trabajo para él, ya que en el centro de alto rendimiento de León, donde reside, lleva una estricta disciplina. Allí, tan importantes son las horas de fisioterapia, de ejercicios en la piscina y de resistencia física, como las de técnica y lanzamiento, así como el trabajo psicológico.

“Una mala jugada te puede sacar mentalmente del partido, por lo que el psicólogo deportivo es muy importante porque te ayuda a gestionar esas emociones algo necesario tanto cuando estás perdiendo como cuando estás ganando, porque la confianza te puede jugar una mala pasada”, comenta Dueso.

Tras unas semanas de descanso retomará los entrenamientos para iniciar la preparación del Europeo que se celebrará el próximo año, ya que todas las victorias suman puntos de cara a la clasificación para los Juegos Paralímpicos de 2016.

Chema Dueso durante una competición. | AD

Chema Dueso. | AD

Este jugador de boccia considera que para mejorar tanto su nivel como el del resto del equipo nacional haría falta más contacto con deportistas extranjeros para así calibrar realmente su estado de forma. “Es como si Fernando Alonso sólo corriera con pilotos españoles, todo el mundo diría qué es el mejor pero al competir con gente de fuera te das cuenta de que no es así”, apunta.

De hecho, el pasado año Dueso pudo compartir experiencias y entrenamientos con un atleta checo. “Nos beneficiamos mucho de las técnicas del otro porque íbamos con la mente abierta, no con la idea de esconder cartas”, indica el valenciano, que también practica como hobby otro deporte que exige gran precisión, el tiro olímpico.

Dueso también espera que, a pesar de la crisis económica, las diferencias entre el apoyo a los deportistas paralímpicos y los olímpicos se reduzcan algún día. “España tiene que ponerse las pilas para lograr la normalización de los deportes adaptados”, señala.



José María Dueso
Valencia, octubre de 1974

Bronce en Pekín 2008 y en Atenas 2004
Campeón del Mundo y de Europa en 2011

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