Un Nadal exhausto dice adiós al bronce

Fuente: RTVE.

Fuente: RTVE.

Rafa Nadal acaba reventado físicamente y cede ante un excelente Kei Nishikori. El manacorí no se va de vacío de Río pero sí con la sensación de tener un calendario muy injusto para sus intereses.

Javier Enrique García

Javier Enrique García

@Javier_Garvi8
14 de agosto de 2016, 22:15

«El campeón sin medalla», una frase que se repite constantemente tras la derrota de Rafael Nadal contra el japonés Kei Nishikori. El mejor tenista español de todos los tiempos no pudo rozar la proeza y tuvo que decir adiós a su sueño de colgarse una medalla más al cuello. En una semana con dos partidos cada día, el cuerpo de Nadal ha dicho basta y su contrincante ha estado mucho más fresco durante el encuentro.

En las horas previas al encuentro que decidiría el tercer y cuarto puesto de estos Juegos, Nadal entrenaba con su gran amigo Marc López y en las imágenes se le veía animado y motivado, después de la amarga derrota contra el argentino Juan Martín Del Potro. Por mucho que Rafa lo intentase, el japonés comenzó el partido como una locomotora y gracias a su gran saque ganaba los puntos con facilidad.

El mancorí cometía errores no forzados con varias a pelotas a la red, algo muy poco habitual en un jugador con grandes porcentajes de golpes ganadores. Un hecho que presagiaba su bajón físico que le hacía llegar al límite de sus posibilidades en más de una jugada. Llegábamos a la conclusión de un primer set muy claro para Nishikori por 6-2 y con la sensación de que el partido acabaría pronto.

El segundo set empezó como el primero con un japonés con las ideas claras y con varias puntos física por encima del jugador mallorquín. Conseguía un 5-2 y todo presagiaba la conclusión del partido pero Rafa reaccionó una vez más y nos regaló un episodio de emoción y coraje. Podrá jugar bien o mal, pero Nadal siempre se dejará la piel en el campo y más si defiende los colores de su país.

Con todo en contra Nadal remontaría el marcador y llegaría al tie-break para jugarse el todo o nada. Lograría ganar el segundo set como si de una epopeya se tratara y ganaba algo de aire en una semana tan exigente. En el tercer set Rafa ponía las ganas pero las piernas no respondían y el japonés lo aprovechó a la perfección para conseguir una medalla de bronce histórica para su país.

El menorquín no se irá de vacío tras conquistar el dobles masculino junto con su compañero Marc López, pero sí con la sensación de haber podido más si hubiera descansado en condiciones. Se despide nuestro abanderado y un referente en todo el mundo. La mejor noticia es que Nadal ha vuelto a su mejor nivel. Un campeón sin medalla ha comenzado en Brasil su resurrección.

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