Silvia Navarro: «Soy una portera anormal, del país de los pequeños y la poca altura la suplo con reflejos»

La guardameta de la selección de balonmano, Silvia Navarro, posa junto a una portería. Fuente: Laura Pérez

La guardameta de la selección de balonmano, Silvia Navarro, posa junto a una portería. Fuente: Laura Pérez

Jesús Ortiz García
Actualizado: 5/12/2014 08:04 horas

No alcanza los 170 centímetros pero su falta de altura la suple con unas condiciones innatas que la convierten en una de las mejores porteras del balonmano mundial. La envergadura nunca ha sido un obstáculo para Silvia Navarro, que se crece en la portería y a sus 35 años defenderá los 3 palos de las ‘guerreras’ en el Europeo de Croacia y Hungría. La guardameta de la selección española tuvo un percance en el último torneo de preparación al sufrir una artritis postraumática en la articulación del tercer dedo de su mano derecha. Pero ya está lista para defender a España con sus paradas felinas y grandes reflejos.

Pregunta.- No disputó un sólo minuto en el Torneo Internacional de Fuengirola por una lesión, ¿cómo se encuentra?

Respuesta.- En el calentamiento del partido frente a Brasil me pillé el dedo entre el palo y el balón y tuve un pequeño imprevisto, una artritis postraumática. Tuve mala suerte, pero ya está todo bien, me siento fuerte y preparada para afrontar el Europeo, tengo ganas de competir.

Silvia Navarro durante la entrevista. Fuente: Laura Pérez

Silvia Navarro durante la entrevista. Fuente: Laura Pérez

P.- Sus compañeras en la portería Cristina González y Ana Temprano no se lo han puesto fácil al seleccionador Jorge Dueñas.

R.- Tanto Cristina como Ana han estado perfectas en el torneo de Fuengirola, han dado el do de pecho con actuaciones espectaculares y se lo han puesto muy complicado al seleccionador. Son 2 grandes porteras y eso demuestra que la portería de España está a un buen nivel.

P.- La portería del Rocasa Gran Canaria también está asegurada con usted bajo palos, ¿qué balance hace de este arranque de temporada?

R.- Nos están saliendo las cosas y hemos acabado el año de la mejor manera posible, como líderes en Liga y pasando a octavos de final en competición europea. Pero esto es una carrera de fondo, es muy largo y a ver qué pasa porque la liga española tendrá muchas sorpresas, hay buenos equipos que lucharán hasta el final.

P.- Ahora toca cambiar el chip y centrarse en la selección durante un mes, ¿cómo ve al equipo para el Europeo?

R.- Las sensaciones son inmejorables, durante la concentración en Fuengirola la gente se ha volcado con nosotras y eso ha sido una buena inyección de confianza para el equipo, así que llegamos a tope para el campeonato de Europa. Sabemos que nos jugamos mucho después de los 2 últimos años con el Europeo y el Mundial en los que España estuvo un poco floja, tenemos que darlo todo tanto en esta competición como de cara a las Olimpiadas que se acercan. No demostramos nuestro potencial y debemos hacerlo mejor, el equipo puede.

P.- Será la primera vez que no esté con vosotras la capitana Begoña Fernández, ¿cómo lleva el vestuario su ausencia?

R.- Siempre se le echa de menos, es una pena su retirada, Bego ha sido el estandarte de la selección y lo seguirá siendo, aunque no esté presente físicamente, sí lo estará en espíritu y apoyando siempre, es un referente para nosotras. Ella no está pero tenemos a otras jugadoras que vienen con muchas ganas y la clave de las ‘guerreras’ es su bloque, aquí no hay una súper estrella, no hay una que destaque por encima del resto, todas aportamos. El compañerismo y la solidaridad es lo que hace que el equipo funcione.

Silvia en un entrenamiento. Fuente: Laura Pérez

Silvia en un entrenamiento. Fuente: Laura Pérez

P.- Después del bronce olímpico en Londres parece que se ha convertido en una obligación conseguir medallas en los grandes campeonatos, ¿eso supone una presión añadida o una motivación?

R.- Tiene que ser una motivación aunque es cierto que el haber conseguido éxitos te da un poco de presión, la gente pide más, pero es muy costoso lograr medallas. Tenemos que seguir en la misma línea, centradas y con mucho trabajo, a ver si los resultados se dan este año. Prefiero no etiquetar a España como una de las favoritas, hay que ir partido a partido como hemos hecho hasta ahora y seguro que lograremos algo importante.

P.- Rusia, Polonia y Hungría serán los rivales en la primera fase. Como portera, ¿a qué jugadoras por sus lanzamientos hay que atarlas en corto?

R.- (Risas) Nos ha tocado un grupo muy complicado, las polacas tienen a unas cuantas cañoneras y es difícil pararlas, en las rusas siempre hay alguna que te sorprende y las húngaras juegan en casa y estarán muy motivadas, pero la suerte de las españolas es que tenemos un buen bloque defensivo y las porteras confiamos ciegamente en nuestra defensa.

P.- Suele terminar cada partido con unos porcentajes de paradas muy altos, ¿cómo se consigue eso?

R.- Teniendo una buena defensa, una portera no tiene nada que hacer si no cuenta con una línea de jugadoras que te faciliten el trabajo en la portería.

P.- ¿Hay algún secreto o método diferente en los entrenamientos?

R.- (Risas) Nos hacen entrenamientos específicos tanto en nuestros clubes como con la selección, Manuel Etayo se encarga de entrenarnos con métodos más divertidos utilizando pelotas de tenis y con los volantes de bádminton, con eso ganas en concentración y en reflejos.

La portera valenciana con las 'guerreras'.

La portera valenciana con las ‘guerreras’.

P.- ¿Cuáles son sus virtudes?

R.- Altura tengo muy poca, soy una portera anormal (risas) y tenía que suplirlo con alguna cosa, sobre todo, con buenos reflejos y fortaleciendo las piernas para poder llegar a esos balones tan arriba, esos creo que son mis puntos fuertes. Soy la más bajita en todas las pistas a las que voy a jugar, soy del país de los pequeños (risas). Mido 1,69 mientras que el resto de porteras en Europa suelen superar 1,80 metros.

P.- ¿Siempre tuvo claro que quería ser portera?

R.- Sí, cuando era una niña me dieron la oportunidad de elegir entre ser portera y jugadora y cuando me dijeron vete bajo los 3 palitos, me sentí como en casa y ya no quise salir de ahí, es una gozada ser portera. El balonmano ha llenado mi vida.

P.- ¿Y la soledad de la portería como la lleva?

R.- No es tanta soledad, cuando tengo una racha mala en la que no consigo parar ningún balón siempre se me acercan compañeras como Marta López, Eli Pinedo o Shandy Barbosa para chocarme la mano y darme ánimos. Pero soy de las porteras cañeras, prefiero que me tiren muchos balones y que haya actividad antes que estar aburrida durante algunos minutos (risas).

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