Carolina Marín, reina mundial del bádminton

El volcán onubense de 21 años hace historia tras conquistar el oro derribando la muralla china de la número 1 del mundo, Li Xuerui, por 17-21, 21-17 y 21-18.

Jesús Ortiz García
Actualizado: 31/08/2014 17:00 horas

Voraz, espectacular, brillante, talentosa, inteligente, histórica… Se acaban los adjetivos para calificar la hazaña de Carolina Marín, onubense, 21 años y campeona del mundo en bádminton. Sí, no es una broma. La española es la nueva reina del volante y la raqueta. La misma que empuñó a los 8 años por primera vez decidida a conquistarlo todo tras dejar el flamenco. No hay barreras para la andaluza, ni siquiera la número 1 del mundo, la china Li Xuerui, que no ha podido con la garra y la zurda de Carolina.

«Voy a ir a por todas, me da igual que mi rival sea china, coreana o tailandesa. Quiero una medalla». Así de contundente se mostraba días antes de viajar a Dinamarca para afrontar el Mundial. Su ambición alcanza límites insospechados y la ha vuelto a liar. Hace unos meses ganaba el Europeo, pero cada día que juega quiere más. Asaltó el imperio asiático tras dejar en la cuneta a jugadoras de un gran nivel como la malaya Jing Yi Tee, la china Yihan Wang, la taiwanesa Tai Tzu-ying y la india Pusarla Shindu, pero le quedaba un último escollo, el más difícil todavía, la campeona olímpica, que al final también acabó claudicando a los pies de la española.

Carolina Marín. Fuente: badminton.es

Carolina Marín. Fuente: badminton.es

Carolina ha escrito el capítulo más dorado en la historia de este deporte derribando la muralla china, que cuenta con casi 100 millones de practicantes, por las 6.800 licencias que hay en España. Casi nada. No es sólo una pionera en este país, sino una precursora en el Viejo Continente, donde sólo 2 danesas en las 20 ediciones anteriores habían logrado usurpar el título del monopolio oriental.

Li Xuerui se presentaba a la final sin haber cedido ni un sólo set en el campeonato y con un juego de un nivel exclusivo. Pero si hay algo que tiene la andaluza es que se crece ante desfíos extremos. La actual dominadora del bádminton salió enchufada, con el objetivo de acabar cada punto por la vía rápida. Así, logró un 0-5 de salida, pero la de Huelva no se amilanó y se acercó en el marcador (4-6) provocando los fallos de su rival en la red.

Al intervalo se llegaba con 7-11 para la china, que sacó su mejor repertorio de ataque y defensa para doblegar a su adversaria 7-14. Hasta que despertó Carolina, puso en marcha su maquinaria con golpes abriendo ángulos, sobre todo, al lado derecho de Li, donde sufría más. Un 5-0 de parcial le mantenía con opciones, aunque la número 1 del mundo lució su rectificado para llevarse el primer set a su terreno (21-17).

Una leona en la pista

La onubense salió como una leona en la segunda manga, fiera, muy agresiva y concentrada, provocando varios errores no forzados de Li (3-1). Se mantenía la igualdad en el arranque del set, con la china apretando, tomando la iniciativa y cobrando ventaja hasta el 12-7. Mucho tenía que sudar la verdugo de Carolina en los Juegos Olímpicos de Londres, para sumar cada punto.

La jugadora onubense. Fuente: badminton.es

La jugadora onubense. Fuente: badminton.es

La alumna de Fernando Rivas es un volcán en la cancha, nunca baja los brazos y seguía exigiendo a su rival, no le daba un respiro, con rallies muy largos que le permitieron voltear el luminoso (15-18), siendo la primera jugadora del Mundial que le hacía 17 puntos en un set a la china. Carolina aprovechó el bloqueo de Li, que mostraba signos de debilidad, para para despegar en el momento clave y forzar el definitivo parcial (21-17).

En el último set, Carolina, dotada de un remate prodigioso en su zurda y unos reflejos felinos, empezaba a subir los decibelios de sus gritos con cada punto que lograba. Física, mental, táctica y técnicamente soberbia, con la cabeza fría de un ajedrecista mantenía a raya el impulso de Li en el comienzo de la tercera manga (8-11). Tras el pequeño descanso, la andaluza aprovechó su oportunidad y volvía a sacar sus garras para no dejar escapar a su presa. Con una tremenda madurez, una amplia gama de golpes y certera en el juego en la red, conseguía empatar a 15.

Fue entonces cuando olisqueó los nervios y la sangre de la china para salir a morder. En un final apasionante con intercambio de golpes entre ambas jugadoras, Carolina llegaba con 2 puntos de partido y de título mundial. Era su momento, el de hacer historia, el de profanar el coto privado de las asiáticas. Saque suave y Li mandaba el volante a la red. Se tiró al suelo con lágrimas de emoción mientras el público se entregaba a la nueva campeona, que ni tiene los ojos rasgados ni procede de Asia, sino del sur de España, de Huelva. Una gran proeza en un deporte ignoto en España. «Mi entrenador me dijo que si quería la medalla había que luchar y eso es lo que hice», dijo tras recoger el oro. Su temporada y progresión invitan a pensar que será candidata a la medalla olímpica en los Juegos de Río 2016.

 

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