La clase windsurf, en su modalidad RSX, será olimpica en Tokio'20

El windsurf a través de la clase RS:X seguirá siendo olímpico en Tokio’20, según ha confirmado la Federación Internacional de Vela (ISAF) con motivo de su convención anual, celebrada en el país asiático de Omán.

Avance Deportivo

La continuidad del windsurf a través de la clase RS:X en el programa olímpico con vistas a los Juegos de Tokio 2020 es ya un hecho; a diferencia de lo ocurrido el pasado año en relación al programa de Río, cuando inicialmente se excluyeron las tablas en favor del kitesurf, lo que provocó una airada reacción internacional que ha hecho mella en los máximos rectores de la vela mundial que, finalmente, han apostado por la renovación de la actual disciplina olímpica para la cita japonesa.

Blanca Manchón. Fuente: Richard Langdon

Blanca Manchón. Fuente: Richard Langdon

Blanca Manchón, actual número 3 del ránking mundial de la clase RS:X, ha formado parte del lobby que defendiera ante la ISAF la permanencia del windsurf en el programa olímpico, y ha recibido la noticia en pleno inicio de la pretemporada, no pudiendo ocultar su satisfacción por lo que considera “algo lógico”. “Ha sido una gran noticia para todos. Este año estaba bastante desconectada de todo ese tema y me ha venido por sorpresa, pero es una alegría para este deporte”, ha afirmado.

Según la regatista del club Náutico Sevilla, “se ha luchado mucho por demostrar que el windsurf es un deporte en auge constante y unas de las disciplinas de vela más espectaculares. Me alegra saber que todo el trabajo que se hizo para Río 2016 ha dado sus frutos y mereció la pena. Las nuevas generaciones estarán más motivadas para el camino hacia el sueño olímpico”.

Windsurf y JJOO

Fueron los Juegos Olímpicos de los Ángeles, en 1984, los que acogieron por primera vez una competición de windsurf. Aunque las mayores dificultades se encontraron en los Juegos Olímpicos de Seúl’88, que fueron las regatas más ventosas jamás realizadas hasta ahora en unos Juegos Olímpicos con vientos que superaban los 30 nudos y una corriente de 5 nudos en contra de la dirección del viento en ese momento.

Se celebaron en la localidad de Pusan, subsede de vela, y la competición fue una verdadera masacre de tablas y heridos y, seguramente, una de las competencias de windsurf olímpicas más exigentes que se hayan navegado.

En Barcelona’92 se incorpora la categoría femenina y, además, fueron los primeros juegos donde se decía con 4 años de anticipación qué tabla iba a ser la tabla olímpica elegida, lo que contribuyó a dar más tiempo para que los navegantes adquieran experiencia y aprendieran más con sus nuevos equipos.

En 1996, en los Juegos Olímpicos de Atlanta (EEUU), fueron los rayos y tormentas eléctricas los que obligaron más de una vez a suspender ó abandonar regatas asignadas. Por su parte, en los Juegos Olímpicos de Sydney (Australia) las regatas se caracterizaron por la poca intensidad de los vientos, los borneos frecuentes y el gran despliegue físico que tuvieron que realizar los competidores.

Por primera vez desde su instauración como deporte olímpico, en Atenas’04 se evalúa la condición olímpica de la clase widsurf aunque vuelven a revalidarlo y la competencia de windsurf en los Juegos Olímpicos de Pekín’08 tuvo lugar con más de 60 regatistas.

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