La hornada más intrépida de 'mosqueteros' busca conquistar Jerusalén

La mayoría ha tenido que sufragar de sus bolsillos los gastos del viaje, pero los júnior de la esgrima española afrontan el Europeo con ilusión y con muchas opciones de lograr medallas.

El equipo júnior masculino de espada junto con el bronce del pasado Mundial | AD

Jesús Ortiz García

En los Juegos Olímpicos de Pekín José Luis Abajo ‘Pirri’ se convirtió en el mejor embajador de la esgrima con una medalla de bronce que parecía sacar a este deporte del ostracismo. Sin embargo, regresó al silencio en Londres 2012, que no contó con representación española. Pero de aquella decepción se ha pasado a la esperanza protagonizada por una hornada de intrépidos jóvenes ‘mosqueteros’ que insufla aire fresco empuñando sables, espadas y floretes.

Hay buenos mimbres, cuentan con un palmarés sobresaliente y vienen pisando fuerte, aunque necesitan medios para progresar y no estancarse. El problema es que la Federación Española de Esgrima trabaja con las manos atadas, con un presupuesto limitado y sin poder sufragar todos los gastos que acarrean los viajes para competiciones internacionales.

«Hemos perdido a una generación en la que sólo queda ‘Pirri’, el resto se ha quedado por el camino por desmotivación ante la escasez de recursos que le ayuden a crecer en este deporte. No hablamos ya de becas, sino de material para competir, viajes o un fisioterapeuta que les ayude», explica Manuel Pereira, uno de los técnicos de la selección y oro en el Mundial de Denver en 1989.

Junto a Ángel Fernández moldea a un grupo de espadachines entre los que figuran su hijo Yulen Pereira, Guillermo Sánchez, Álvaro Ibáñez, Ángel Fabregat, Inés García, Naiara Aldana, Macarena Centenera y Sofía Cisneros. «Nuestros júnior son joyas de la esgrima, son muy fuertes, el equipo masculino es subcampeón del mundo y medalla de bronce por equipos en Europa. Están consiguiendo resultados que nunca se habían logrado, tienen muchas opciones de llegar muy lejos y nos llena de esperanza, pero eso se consigue si les apoyamos, si no, habremos errado», asegura el entrenador.

Ahora están en el momento clave para dar el salto a sénior, con un objetivo en el horizonte: los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. «Este deporte requiere de mucha experiencia y dedicarte en exclusiva para conseguir logros, por ello necesitan cuidados y darle los materiales básicos para que crezcan», añade.

esgrima femenino

Espadachines del equipo femenino | AD

Para no cortar la buena trayectoria que llevan, el próximo desafío es el Europeo que se disputa en Jerusalén (Israel), una competición que la federación no ha podido cubrir. «He tenido que pagar de mi bolsillo el viaje para poder competir, si no fuera por mis padres no participaría en pruebas internacionales», lamenta la tiradora Inés García. «Sólo nos pagan a los júnior el Mundial, aunque a los mejores. No pueden pedirnos resultados cuando el apoyo no es total. Frente a otros países como Francia o Alemania estamos en desventaja, pero no bajamos los brazos, seguiremos peleando», subraya la madrileña.

En la ciudad santa, donde disputará su último Europeo en esta categoría, confía en mostrar su progresión y experiencia acumulada esta temporada. «Estoy entrenando muy duro, me veo mucho mejor, con más soltura y confianza a pesar de que los resultados no han sido los esperados, aunque estoy preparada al igual que mis compañeras. Nosotras vamos un paso por detrás de los chicos, pero vamos hacer todo lo posible para estar entre las mejores», apunta.

Inés García, que destaca por ser «muy buena defensora con gran fortaleza física», estará acompañada en Jerusalén por Naiara Aldana, «una tiradora con un largo alcance, paciente y con buena puntería», Macarena Centenera, «muy alta y fuerte», y Sofía Cisneros, «rápida y muy técnica capaz de hacer tanto un ataque como sorprender con una finta», según las describe Manuel Pereira.

La espada masculina

En el grupo masculino de espada están «Guillermo Sánchez, tercero del mundo hace unos años, es un tirador muy duro y contundente que se anticipa bien a las jugadas. Álvaro Ibáñez, muy técnico, buen parador, resistente y frío, nunca se pone nervioso. Ángel Fabregat, un joven que está ascendiendo, quedó quinto mundial en cadete, es veloz, inteligente y con gran puntería. Y Yulen Pereira, que tiene un físico excepcional, resistencia, velocidad, agilidad y y gran visión de las condiciones de juego», asegura el entrenador.

Precisamente, el joven madrileño es uno de los exponentes de una cantera acostumbrada a estar entre los mejores, uno de los favoritos para colgarse una medalla en el Europeo. Asiduo al podio desde cadete, el pasado año se consolidó en categoría júnior con una plata en el circuito mundial de Goteborg, bronce en el campeonato de Europa y plata en el Mundial. Este año ha conseguido un segundo puesto en el Open de Bratislava y una victoria en la Copa del Mundo de Basilea.

Yulen Pereira durante un combate

Yulen Pereira, a la izquierda, en un combate | AD

«A la cita de Israel llegamos con mucha fuerza y energía para conquistar el Europeo. El año pasado nos quedamos a las puertas del oro tras perder contra los rusos y, esta vez, no vamos a buscar medalla sino a ganar. Estamos en el Top 5 de los favoritos con Hungría, Italia, Francia y Rusia. Confiamos en nosotros y lo vamos a lograr», apunta Yulen.

Este esgrimista, que ya ha debutado con la selección absoluta, espera que a su generación no le ocurra lo mismo que a la de ‘Pirri’: «Hay mucha gente con nivel que ha abandonado porque no tienen medios para seguir mejorando su nivel. Este año he conseguido a través de la Fundación Deporte Joven acudir a los campeonatos en el extranjero, pero antes tenía que pagármelo todo. Si no contamos con necesidades básicas en este deporte, no llegaremos a unas Olimpiadas y sería una pena después de tanto esfuerzo, pero hay que luchar y no venirse abajo», apostilla.

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