Samuel Molina: “El boxeo fue mi refugio”

Nacho Gutiérrez y Samuel Molina. Fuente: APDM

Nacho Gutiérrez y Samuel Molina. Fuente: APDM

El boxeador malagueño, actual campeón de Europa en peso wélter, ha sido el protagonista en el programa social y deportivo ‘El deporte va por barrios’.

Avance Deportivo

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@deportivoavance
25 de septiembre de 2025, 15:00

Feliz y sonriente llegaba Samuel Molina a una nueva cita de ‘El deporte va por barrios’, el proyecto social y deportivo organizado por la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga (Apdm) y que cuenta con la colaboración de Fundación ”la Caixa” a través de CaixaBank. En esta ocasión, fueron las puertas del comedor social Ángeles Malagueños de la Noche las que se abrieron para recibir un encuentro titulado ‘La esencia de lo invisible’, en relación al apodo del púgil malagueño y a la situación metafórica de ‘invisibles’ de los usuarios del comedor, a quienes fue destinada la charla.

Se abrió en canal a las primeras de cambio, dejando claro que los golpes que te da la vida hay que recogerlos en forma de aprendizaje. Desde el primer momento, el púgil malagueño hablaba a corazón abierto, afirmando que “para mí lo fácil era echarme a la calle porque era lo que veía a mi alrededor. Mi padre era alcohólico, mis hermanos también, y mi madre tenía que pedir en Cáritas cada día porque no teníamos un plato encima de la mesa para comer”. Desgarrador relato de un Samuel Molina que se sinceró ante los casi 100 asistentes a esta nueva charla, la mayoría usuarios del comedor a la espera de recibir su almuerzo diario, afirmando además que, en el seno de una familia completamente desestructurada, “vivíamos en muchas ocasiones sin luz y sin agua, no teníamos ni lo mínimo. No tuve una infancia como la mayoría de niños”.

Su vida no fue sencilla. Rodeado de malas influencias, muchos de sus amigos también cayeron en la mala vida hasta el punto de que “nadie entendía que yo cogiera el camino del deporte. Me decían que me iba a quedar loco de tanto entrenar, pero no tenía muchas más alternativas. Me quedé prácticamente solo, aislado, y me refugié en el boxeo”. Probó algunos deportes, entre ellos el fútbol, pero cuando llegó el ring a su vida “comprendí que este deporte es noble y respetuoso, muy lejos de lo que se ve en las películas donde está muy focalizada la sangre, la agresividad… Fue mi refugio, lo que me sacó de la calle para convertirse en una inspiración y una motivación diaria”.

Tras visitar ya 14 barrios y lugares vulnerables de Málaga, esta vez el proyecto se acercó al corazón de Málaga y contó con la presencia, entre otros, de Yolanda Solero, responsable de Acción Social de Caixabank en Andalucía Oriental; Miguel Mayorga, gerente de Málaga Deportiva; Pablo Orellana Smith, Concejal del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Málaga; el cómico malagueño Tomás García; y una amplia representación de Ángeles Malagueños de la Noche, entre los que se encontraban su presidente, José Bravo; el secretario, Adolfo Aldana; la tesorera, voluntaria y socia protectora, Montse Vélez; y muchos de sus voluntarios, que no quisieron perderse ni un detalle.

Tanto en el deporte como en la vida hay sinsabores, situaciones que no puedes controlar y que no salen como uno espera. Es la esencia de la vida y Samuel Molina aseguraba que “cuando caes una vez la solución no es tirar la toalla y darlo todo por perdido. Al revés, hay que ser fuerte, da igual el ámbito que sea, hay que mirar hacia el frente y seguir peleando por tus sueños y por esos objetivos que te has marcado. Con una sonrisa todo se lleva mejor”. De sonrisas también sabe mucho el cómico malagueño Tomás García, quien hizo un paréntesis en sus obligaciones para subir al escenario y gritar a los 4 vientos que “los invisibles también merecen reír. Las risas son universales y hasta en esos momentos en los que no ves salida… la risa cura”.

La charla, que estuvo moderada por el speaker profesional de boxeo Nacho Gutiérrez, contó con la presencia de Carlos Fernández Arteaga, deportista con Síndrome de Down de la Escuela Deportiva Inclusiva Espíritu Deportivo, quien junto a su monitor Espi dieron rienda suelta a un improvisado entrenamiento de boxeo en pleno escenario junto a Samuel Molina, que se atrevió incluso a dar a Carlos algún consejo. “Tras golpear, céntrate en la defensa. Defenderte es muy importante”, le explicó bajo la atenta mirada de todos los presentes.

“El apodo de La esencia viene por mis movimientos”

Muchos fueron los curiosos que se acercaron hasta la sede de Ángeles Malagueños de la Noche para conocer de primera mano al actual campeón de Europa en peso wélter y para fotografiarse junto a los cinturones que le acreditan como el mejor del continente en su categoría, que estaban expuestos para todo el público presente. Entre otras muchas curiosidades, Samuel Molina se refería a su sobrenombre de esta manera. “Mi entrenador tuvo la idea, ya que al iniciarme en este deporte no tenía un apodo y en boxeo es muy común tenerlo. Decidió que fuera La esencia por la forma en la que compito encima del ring, por mis movimientos. Creo que es un sobrenombre que me define mucho”.

Con un testimonio lleno de mucho valor, el joven malagueño quiso lanzar un mensaje de optimismo a todos aquellos que lo están pasando mal o creen que sus problemas no tienen solución, algo que fue muy aplaudido por muchos de los usuarios de la ONG malagueña presentes entre el público. “Todos tenemos derecho a pelear por nuestros sueños y tenemos que hacerlo dándole gracias a Dios por despertarnos cada mañana. Hay mucha gente que no lo hace. Con eso, ya somos ricos y solo cuando se pierde una vida es cuando valoramos donde estamos. Esa esencia la llevo en mi día a día y a partir de ahí construyo mis deseos más importantes. Victimizarse no vale para nada, está muy de moda hoy en día, lamentablemente. De todo se sale, hasta de lo más imposible”.

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