El ser humano o hace ejercicio o se pone enfermo

Existen evidencias científicas de que el sedentarismo extremo es un problema grave de salud y ahora una investigación demuestra que andar varias horas al día contribuye a perder grasa corporal en poco tiempo.

El catedrático José Antonio López Calbet. | L. P. T.

El catedrático José Antonio López Calbet. | L. P. T.

Laura Pérez Torres

En el marco del 20º Congreso de Nutrición Internacional (ICN), los expertos han llegado a la conclusión de que si la actividad física se interrumpe, el sistema se va deteriorando.

En esta línea, el catedrático de Fisiología del Ejercicio de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Antonio López Calbet, ha señalado que “para evitar este deterioro estamos condenados a hacer ejercicio, es decir, el ser humano o hace ejercicio o se pone enfermo; esto es una realidad que los médicos vamos a tener que aceptar”.

Asimismo, Calbet ha añadido que “con la presión ambiental que tenemos donde hay exceso de comida de la mejor palatabilidad; y con un ambiente donde se trabaja muchas horas y se dispone de poco tiempo libre es muy fácil caer en el sedentarismo extremo y el ser humano en sus orígenes nunca fue sedentario, fue un animal muy activo físicamente, y cuando se ha vuelto sedentario, enferma”.

En esta línea, los especialistas han aclarado que existe mucha evidencia científica ya que simplemente a una persona la tumbas en la cama una semana y desarrolla cambios orgánicos que indican inflamación sistémica o aumento a la resistencia a la insulina como vemos en la diabetes tipo 2, entre otras. Según Calbet, “la falta de actividad física en sí misma es un problema grave de salud y, de hecho, está en la lista de las causas de muerte principales registradas por la OMS.

Paso a paso
El profesor de la Universidad de Las Palmas participa en un estudio experimental diseñado para estudiar un sistema que se desregula en la obesidad, el sistema de señalización por leptina.

La leptina es una hormona que producen las células adiposas, cuando hay mucha grasa corporal (muchas células adiposas), existen más leptina en el cuerpo; y la leptina lo que hace cuando funciona bien es disminuir el apetito y aumentar el gasto energético. De esta manera, José Antonio López Calbet ha concretado que “la tendencia a engordar es menor si el sistema de señalización por leptina no se alterara; y si funcionara siempre bien, posiblemente no tendríamos el problema de la obesidad o sería mucho más pequeño”.

El estudio consistió en una intervención en personas voluntarias, con el objetivo de reducir mucho la masa grasa en poco tiempo para ver como el sistema de señalización por leptina se adaptaba a esta respuesta y, de paso, ver si era posible en seres humanos provocar una reducción de grasa corporal de forma muy rápida y estabilizar o reparar el sistema de señalización por leptina en cuestión de 4 días.

El especialista ha subrayado que “para perder medio kilo de grasa diaria, que ocupa más o menos 600 mililitros, es necesario gastar mucha energía y no basta solo con eso, hay casi prácticamente que dejar de comer”. Cuando plantearon este estudio hubo diversas críticas sobre que los voluntarios iban a padecer hipoglucemia o no tolerarían hacer tanto ejercicio sin comer. Pero no tuvieron en cuenta que el diseño genético está optimizado para hacer eso, porque los seres humanos en sus orígenes eran animales nómadas que viajaban horas y horas cada día en búsqueda de comida o para cazar presas y podían pasar 3, 4, 6 y 8 días  persiguiendo presas sin tener éxito. «Los niños pequeños también caminaban, caminaba todo el mundo, estamos diseñados para caminar», ha indicado.

Así, “en este trabajo han aplicado un modelo de ejercicio para el cual el ser humano muy bien diseñado como es caminar 8 horas diarias con descansos cada hora y utilizarlo para bajar peso de forma rápida en base a hacer un volumen de ejercicio muy alto”, ha explicado el experto quien ha incidido en que “bebían todo lo que necesitaban, tomaban las sales necesarias en la bebida y, por supuesto, una intervención de este tipo en este momento es experimental, no la puede hacer cualquier persona”.

Esto requiere control médico y continuado sobre los participantes, porque si la ingesta de sales no es adecuada puede haber alteraciones en los niveles sanguíneos de electrolitos que podrían tener malas consecuencias o problemas ortopédicos: dolor en las rodillas, en las caderas, en el tendón de Aquiles, posibilidad de ampollas en los pies. Todas estas cosas son efectos secundarios que puede haber si esto no se hace con el debido cuidado y con el control adecuado.

Los resultados obtenidos demuestran que efectivamente se puede reducir la grasa corporal de forma masiva en poco tiempo, en la misma cantidad que se consigue con tres meses de entrenamiento. Además, “otra de las cosas que ocurre es que el sistema de señalización por leptina mejora muchísimo, aumenta la sensibilidad de la dicha hormona. Y cuando luego los sujetos empiezan a comer su apetito está más regulado y tiene menos tendencia a comer en exceso”, ha señalado el especialista de Las Palmas.



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