Pablo Mansilla: «Quiero desterrar la idea de elitismo en el golf, que es más barato que el pádel»

Pablo Mansilla. Fuente: LPT/Avance Deportivo

Pablo Mansilla. Fuente: LPT/Avance Deportivo

Laura Pérez Torres

Laura Pérez Torres

@lauraescreativa
10 de enero de 2016, 11:00

Economista y auditor de cuentas en Marbella, este árbitro de golf malagueño, a sus 45 años, ha sido elegido por unanimidad presidente de la Real Federación Andaluza de Golf (Rfag), cargo que ocupará durante los próximos cuatro años. Pablo Mansilla, que ha llegado a lo más alto del arbitraje internacional siendo invitado este verano a los Juegos Olímpicos de Río, comienza su nueva andadura con un amplio conocimiento de su deporte, los golfistas andaluces y las necesidades en el sector.

Pregunta.- ¿Cómo surgió su candidatura para presidir la Real Federación Andaluza de Golf?

Respuesta.- No me lo había planteado nunca. Sin embargo ha habido muchas dificultades en los procesos electorales anteriores que acabaron este año, cuatro años de elecciones. Ha habido mala prensa de otros procesos electorales federativos tanto de golf como de otros deportes y eso hizo que algunas personas pensansen que yo podría evitar eso. Conozco mucho los campos de golf, a los deportistas… al fin y al cabo estoy todos los días con ellos arbitrándolos y eso hace que algunos pensasen que si me presentaba se acabaría esa guerra.

P.- ¿Con qué objetivos se embarcó finalmente en la candidatura?

R.- El golf está perdiendo fuelle no solo aquí en España o Andalucía, sino en el mundo entero, y creo que fundamentalmente es porque se tarda mucho en jugar al golf y la gente ya no tiene ese tiempo que teníamos antes. El golf está cambiando y lo necesita para seguir teniendo ese tirón. Y ese es mi principal objetivo, adaptarnos a ese cambio, hacer el golf más atractivo a la gente, atraer nuevos jugadores y que vuelva a crecer el golf y la federación.

P.- Empezó en Málaga, en El Candado a jugar al golf a los 13 años. ¿Cómo lo recuerda?

R.- Vivía en El Candado y mis padres me ‘abandonaban’ en verano allí por lo que nos juntábamos unos cuantos niños y al campo a jugar. Ha sido fantástico, una gran escuela de vida, educación y deporte. Dejé de jugar en el periodo universitario que es algo en lo que tenemos que trabajar porque es bastante habitual que los jugadores de golf cuando entran en la universidad dejen de competir.

P.- De hecho en la Universidad de Málaga hay un programa.

R.- Sí, la University Golf Program Málaga (UGPM). Colaboramos mucho con ellos y lo vamos a seguir haciendo.

P.- Ahora parece que las instituciones vuelven a dar un impulso a la Costa del Golf.

R.- Hay dos aspectos. El golf como deporte en sí que está decayendo, ha habido una disminución muy importante del número de practicantes y federados. O el golf como industria turística que ha tenido una etapa mala. Obviamente la crisis económica que tuvimos tan importante también la ha sufrido el golf andaluz, esa crisis está levantando, ahora los campos están llegando a cifras de negocio importante. También la crisis institucional. Hubo una época que las instituciones públicas no podían apoyar el turismo de golf porque no había dinero (menos del que solía haber). No estamos en las cifras en las que estábamos antes pero parece ser que están otra vez están ocupándose de una de las principales industrias turísticas que no tienen lugar en verano.

P.- De los números a las reglas. ¿Por qué árbitro de golf?

R.- Casi todos los árbitros se hacen por lo mismo: porque un día te han dado una decisión incorrecta o correcta pero no te ha gustado y eso hace que te pongas a estudiar el porqué; y por ahí empecé a meterme en el mundo de las reglas. Empecé a ver foros y me envicié mucho con las reglas pasando de árbitro autonómico a nacional para, en 2013, llegar a ser internacional..

P.- Tras lograr la categoría internacional, le invitan a participar como árbitro en los Juegos Olímpicos de Río este pasado verano. ¿Cómo fue la experiencia?

R.- Después de 112 años el golf volvía a ser olímpico y erámos 32 árbitros de todo el mundo para la competición masculina y tan solo había cinco de federaciones nacionales (Japón, China, Canadá, Argentina y España). Era una sorpresa, no me lo esperaba. Y estuve a punto de borrarlo creyendo que era SPA. La experiencia fue tremenda en todos los aspectos. Río es una ciudad espectacular y los Juegos es una experiencia impresionante ya que una ciudad está totalmente volcaba en todo el tipo de deportes y estuve viendo deportes que no había visto en la vida como la halterofilia. En cuanto al golf, fantástica la competición y con participación de público. Sentirlo como lucha entre naciones y la experiencia en el arbitraje fue impresionante. Veía a leyendas del arbitraje y cada uno con su parafernalia, manías y rituales en su mesa antes de salir a arbitrar. Compartíamos los antimosquitos de todas partes del mundo y los japoneses eran los que mejor funcionaban: no te podías echar directamente en la piel porque la quemaba.

P.- Otra de las áreas que quiere desarrollar es el golf en los colegios, ¿no?

R.- Tenemos que entrar en los colegios. Esa iniciativa ha empezado a través de la federación española en conjunto con las autonómicas. Hay unos programas en los que dentro de la asignatura de Educación Física puedan aprender a jugar al golf. Se forma al profesor y se hacen ejercicios destinados a aprender. Queremos ir a más y conseguir que del colegio salgan y vayan al campo de golf. No puede ser a corto plazo, pero a medio espero tener una liga entre colegios de golf igual que se juega al fútbol o baloncesto.

P.- ¿Se trata de trabajar para alejar la imagen elitista del golf?

R.- Exacto porque no lo es en absoluto. Es verdad que hay clubes elitistas pero como los hay de tenis. No tiene que ser caro. Si haces las cuentas de lo que te cuesta y las horas que le dedicas al golf es más barato que jugar al pádel y nadie piensa que el pádel sea caro.

P.- Andalucía tiene grandes golfistas para hacer un efecto llamada.

R.- Es importantísimo. El ejemplo que dan Azahara Muñoz, Belén Mozo o María Parra es fundamental para atraer jugadoras. Nos hacen falta más chicas jugando al golf porque deben rondar un 20% en las fichas federativas y deberíamos ir a la par. Los jugadores profesionales, cuando hay un ídolo, crean afición y eso lo vamos a conseguir con las chicas y con los chicos. Tenemos a Miguel Ángel que ya está bastante consagrado. Alejandro Cañizares y nuevas figuras como el granadino Scott William Fernández, Mario Galiano que acaba de pasarse a profesional y espero que sea una gran figura. Y, en amateur, a Ángel Hidalgo. Grandes figuras que pueden hacer afición. Pasó con Severiano Ballesteros, ojalá salga de nosotros un Severiano.

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