Música y deporte, el mejor equipo con múltiples beneficios

La marca de auriculares inalámbricos Shokz ha revolucionado la forma de escuchar música entre los deportistas aumentando la seguridad a través de la tecnología.

Avance Deportivo

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@deportivoavance
13 de noviembre de 2022, 14:00

La mayoría de deportistas tienen hábitos y rutinas que les ayudan a tener la mente en el objetivo antes de su práctica. La música es una de las principales herramientas para motivarse o practicar su especialidad de forma aísla del entorno, aumentando su rendimiento y disfrutando mucho más de la actividad física.

Estrellas de la natación como Mireia Belmonte o Michael Phelps, en un entorno tan complicado como el acuático, siempre entran a la piscina para competir escuchando su música favorita. Concentrados, en una burbuja, envueltos en sus propios pensamientos y metas. Esto es lo que favorecen marcas como Shokz que se centran en que el deportista solo tenga que preocuparse de darlo todo en su carrera deportiva ya que la calidad del sonido y la seguridad llegan con la tecnología.

La velocidad estaba en los genes de Usain Bolt, para quien escuchar música era uno de los rituales previos a cualquier de sus participaciones en mundiales o Juegos. Siempre lo acompañaba en sus éxitos y podios olímpicos. En esta línea, la delegación británica de atletismo que tiene a los auriculares inalámbricos Shokz como sus auriculares oficiales es siempre una de las selecciones más numerosas en los campeonatos del mundo de atletismo con muchas opciones a medalla y entre sus atletas destacan los velocistas Dina Asher-Smith y Laura Muir, Matthew Hudson-Smith, Zharnel Hughes, Adam Gemili o la heptatleta Katarina Johnson-Thomson, entre otros.

Según Costas Karageorghis, profesor de la Universidad Brunel de Londres y autor de libros como ‘Applying Music in Exercise and Sport’ o ‘Inside Sport Psychology’, “la música es el dopaje legal de los deportistas y en ocasiones puede aumentar el rendimiento del deportista hasta en un 15% y reducir su percepción del esfuerzo en un 10%”.

Karageorghis dedicó más de 20 años a estudiar los efectos de la música en el rendimiento deportivo y algunas de sus conclusiones fueron que “la música también sirve de entretenimiento y distracción en carreras largas lo que favorece la disociación y que no haya tanta consciencia de síntomas relacionados con la fatiga de órganos y músculos que trabajan”.

El aumento del rendimiento deportivo al escuchar música ha centrado diversos estudios científicos, y no solo en el deporte. La música es un potente estimulante que hace que el cerebro libera sustancias que mejoran el estado de ánimo y la sensación de bienestar. Otra recomendación de Karageorghis era que “el punto ideal para el ritmo de la música es entre 120 pulsaciones por minuto para una carrera de baja intensidad y 140 pulsaciones por minuto para una carrera de alta intensidad”.

La música tiene efectos ergogénicos en el rendimiento deportivo por eso la relación entre música y deporte ha interesado mucho a los psicólogos deportivos, estudiado el efecto que tienen los diferentes tipos de música en diferentes especialidades deportivas ya que los estudios científicos apuntan que permite al deportista realizar más trabajo físico del que sería posible sin su ayuda.

Según otro estudio publicado en la Revista de Entrenamiento Deportivo, las personas que escucharon música durante un entrenamiento de resistencia muscular aguantaron más tiempo en comparación con las que no escucharon nada. Así, la música no solo es capaz de aumentar la fuerza, sino también afecta a la resistencia muscular.

Por otro lado, en un estudio similar realizado por la Universidad de Kansas, la capacidad de resistencia fue mayor en el caso de aquellas personas que escucharon música en comparación con las que no. Idénticos resultados arrojaron desde la Revista Internacional de Medicina Deportiva donde se publicó otro estudio con ciclistas y se concluyó que la velocidad y la cadencia de pedaleo en una prueba contrarreloj habían sido mayores en aquellos ciclistas que realizaron la prueba escuchando música.

Correr, nadar, montar en bicicleta, entrenamiento en el gimnasio, meditación guiada, yoga, o simplemente caminar, los ejercicios pueden ser muy varios y se necesita que los auriculares estén diseñados de forma ergonómica, cómoda y que no se no caigan ni se mueven durante los entrenamientos, por intensos que sean.

Así es como Shokz ha revolucionado la forma de escuchar música, con unos auriculares deportivos de calidad, con un diseño moderno, cómodo y duradero, que pueden soportar las inclemencias del tiempo, con una batería de larga duración y, sobre todo, con la tecnología de conducción ósea, desarrollada para garantizar la seguridad mientras practicas deporte.

La tecnología de conducción ósea hace que el sonido se transmita a través de los huesos del cráneo hasta el oído interno, protegiendo el tímpano. La principal ventaja de estos auriculares es que nos mantienen en contacto con nuestro entorno, aumentando notablemente nuestra seguridad, mientras seguimos disfrutando nuestra música favorita o atendemos llamadas.

Un modelo de auricular para cada deporte

Los auriculares Shokz están diseñados para todo tipo de deportistas primando su seguridad al hacer deporte, sin renunciar al mejor sonido. Según el tipo de especialidad deportiva que se practique existe un tipo de modelo u otro: OpenRun Pro, OpenRun, OpenMove y OpenSwim.

Asimismo, hay que tener en cuenta que no todos los géneros musicales funcionan para un mismo fin. Como ya hemos relatado anteriormente, el aumento de la fuerza -potencia aeróbica- se produce normalmente al escuchar música con mucha energía (rock and roll, heavy metal…).

En cambio, la música tranquila está dirigida a otro objetivo que no será el aumento en las capacidades físicas y se centrará más en otros beneficios como mejorar el estado de ánimo, traer calma reduciendo el estrés y aumentar la motivación y el descanso mental.

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