La selección española de baloncesto en silla se marcha del torneo internacional disputado en Sheffield (Gran Bretaña) con tres victorias y dos derrotas.

Avance Deportivo

@deportivoavance
07 de julio de 2018, 11:18

La selección española masculina de baloncesto en silla de ruedas ha conseguido la medalla de bronce en el torneo Continental Clash, disputado en el Instituto Inglés del Deporte de Sheffield (Gran Bretaña) con la participación de seis combinados nacionales que competirán este mes de agosto en el Mundial de Hamburgo (Alemania).

Ese metal en la tercera participación de España en el Continental Clash tiene un sabor agridulce porque la ‘ÑBA’ sobre ruedas mostró luces y sombras en tierras británicas, donde disputó su penúltimo torneo preparatorio antes del Mundial, puesto que ofreció su mejor versión con las victorias contra Japón, Países Bajos y Polonia, además de contra Canadá (en este último caso, a pesar de la derrota), y una imagen mejorable ante Gran Bretaña.

Los chicos de Óscar Trigo se estrenaron ante Japón, a la que ya vencieron en el Torneo de Semana Santa celebrado en Blankenberge (Bélgica). Los españoles ganaron por 63-72 en un partido veloz, con pocas interrupciones y en el que España dominó en el segundo y el tercer cuarto, aquél con la entrada a la pista de Asier García (autor de 12 puntos en ese periodo) y a la vuelta de los vestuarios con un parcial de 0-8 que encarriló el encuentro.

La ventaja llegó a los 18 puntos al acabar el tercer cuarto (41-59), pero un parcial de 12-0 volvió a situar a los nipones en la lucha por el triunfo a seis minutos para el final. Entonces terminó una sequía anotadora de seis minutos para los españoles y un triple de David Mouriz aportó tranquilidad a dos minutos para la conclusión (60-70) ante un combinado japonés que nunca se rindió.

Después, España ganó a Países Bajos por un apretado 73-69 tras una prórroga, con lo que volvió a tumbar a los neerlandeses por segunda vez este año tras hacerlo en Blankenberge. El partido tuvo varias fases. España jugó mejor en el primer cuarto y hasta poco después de comenzar el segundo, cuando alcanzó una máxima ventaja de 10 puntos (21-11, minuto 11), pero después tuvo una pájara de seis minutos sin encestar, momento en el que encajó un parcial de 0-14 que dio la batuta del duelo a los de naranja.

Tras el 30-30 del descanso, Países Bajos tomó el relevo con pequeñas ventajas y liderados por el pívot Mattijs Bellers, hasta que fue perdiendo fuelle mediado el último cuarto, cuando los españoles iniciaron la remontada con Alejandro Zarzuela a la cabeza y dueño de las dos zonas. Un tiro de Fran Lara a unos cuatro metros y en el lateral derecho empató el partido a 13 segundo para el final, con lo que hubo prórroga (60-60). En el periodo extra, los pupilos de Trigo estuvieron más acertados y se llevaron la victoria.

Dos derrotas seguidas

El tercer partido de España fue contra Canadá y resultó ser muy diferente a los dos anteriores porque perdió (69-76) y porque el rival amenaza con reverdecer anteriores éxitos con el regreso a las pistas de Patrick Anderson, considerado el mejor jugador de la historia de baloncesto en silla de ruedas y que parece haber encontrado en un buen aliado a Nick Goncin (que entonces debutó en Sheffield), como antaño lo fue Joey Johnson.

Canadá planteó un duelo con defensas muy abiertas para forzar a España a lanzar lejos y anular a Alejandro Zarzuela. El reto era exigente y los españoles salieron bien parados en el primer cuarto, cuando el pívot jerezano logró romper la maraña defensiva canadiense. Pero Alejandro Zarzuela comenzó a pasar dificultades para hacer su juego en el segundo cuarto, así que Asier García tomó su relevo. Al otro lado de la cancha, Goncin anotaba casi todo lo que lanzaba (14 puntos, con dos triples incluidos), mientras Anderson se estrenó con un triple a cuatro minutos para el descanso, al que se llegó con ventaja de España (37-33).

Sin embargo, Anderson dio un recital en el tercer cuarto (21 puntos, con dos triples) y el ataque español era menos fluido. La exhibición del canadiense siguió después, mientras España se encomendaba al acierto exterior de Jordi Ruiz, pero la victoria fue para Canadá, con un triple-doble de Anderson (35 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias) y un doble-doble de Goncin (28 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias).

El penúltimo partido enfrentó a España contra Gran Bretaña y fue el peor de los de Trigo no sólo en Sheffield, sino en mucho tiempo. Los españoles cayeron por 75-40 sin haberse encontrado cómodos en ningún momento sobre la pista. Imprecisiones, 16 pérdidas de balón, un errático 26% de acierto en los tiros de campo, dificultades para mover la bola, indecisiones en los ataques y desajustes defensivos terminaron por decidir un encuentro extraño en el que España sólo pudo anotar una canasta en el primer cuarto (24-2) y el duelo prácticamente se decidió al descanso (37-15).

En la última jornada España se midió ante Polonia y se impuso por 52-68 en un encuentro dominado por los españoles gracias a una presión adelantada que dificultaba la salida del balón de los polacos y que comenzó a marcar las diferencias ya en el primer cuarto. Esas defensas asfixiaban y dificultaban los ataques de Polonia, a lo que se añadía una buena circulación del balón, Alejandro Zarzuela imparable en la zona y Alejos y Mouriz acertados de cara a canasta. España superó la horquilla de los 10 puntos de ventaja al final del primer cuarto (7-18) y nunca bajó de esa barrera.