Canastas a ciegas

Avalado por la Euroliga, el Unicaja de Málaga y la ONCE desarrollan a través del baloncesto el programa ‘One Team’, integrado por personas con deficiencias visuales.

Jesús Ortiz García
Actualizado: 25/03/2014 01:20 horas

A Jorge López le cambia la cara cuando recuerda los encuentros de Mayoral Maristas (antes de la fusión con Caja Ronda) en el vetusto pabellón del colegio situado en el barrio de La Victoria. Pero, sobre todo, vibraba con el juego de John ‘Oso’ Pinone, mítico jugador de Estudiantes y uno de los mejores estadounidenses que ha pasado por la ACB. Fue antes de que con 14 años perdiera la visión a causa de un tumor cerebral. “Disfrutaba mucho con aquellos partidos antes de que naciera el actual Unicaja”. Ahora, este malagueño forma parte del One Team, un grupo de pioneros del baloncesto a ciegas.

Jorge durante su entrenamiento de baloncesto. Fuente: Laura Pérez Torres/Avance Deportivo

Jorge durante su entrenamiento de baloncesto. Fuente: Laura Pérez Torres/Avance Deportivo

Adaptar el ‘basket’ a unas circunstancias especiales para las personas con deficiencias visuales es el desafío que han asumido desde el club de Los Guindos y miembros de la ONCE en Málaga. «Es un programa social creado por la Euroliga, una herramienta para ayudar a determinados grupos a través del baloncesto. Desarrollamos el trabajo en equipo, disciplina y confianza con la labor encomiable de los voluntarios», ha explicado José Carlos Gaspar, director de marketing de Unicaja.

Este deporte que está en fase embrionaria va definiendo sus reglas y pautas más elementales: balones con cascabel, señalización en el suelo para situar al deportista en que zona se encuentra, tablero y aro con sonido orientador para los jugadores, ubicación de entrenadores y guías bajo las canastas para indicar a los participantes (similar al fútbol sala).

«La única referencia que teníamos era en Argentina, pero de tiro a canasta, algo muy específico. Lo que hace Unicaja es pionero porque hemos llegado a jugar partidos. El primer paso está dado pero hay que hacer muchas cosas para que esta modalidad tenga crecimiento», ha comentado Gaspar.

Lorena, otra de las participantes, junto a la "mascota". Fuente: Laura Pérez Torres/Avance Deportivo

Lorena, otra de las participantes, junto a la «mascota». Fuente: Laura Pérez Torres/Avance Deportivo

El grupo que empieza a recorrer el camino de este deporte se cita cada cierto tiempo en las instalaciones del pabellón de Los Guindos, sede de la cantera del equipo malagueño. Durante los entrenamientos prima la ilusión, las ganas y la diversión. Tras empezar con lanzamientos cortos y unos ejercicios de contacto con el balón, disputan un partido y terminan con un concurso de tiros libres por equipos.

«Llego 30 minutos antes de cada sesión para lanzar a canasta. Disfruto mucho, es una sensación de libertad, me siento como cualquier jugador de baloncesto. De pequeño jugaba en el equipo del colegio Giner de los Ríos y ahora vuelvo a recordar esos momentos», ha apuntado Jorge López.

destacadaA su lado aguarda Estela Sánchez, una de las más implicadas en este proyecto: «Jamás había jugado antes al baloncesto y, prácticamente, el primer balón de basket que toqué fue aquí. He mejorado mucho y lo mejor es el ambiente que se ha creado”, ha subrayado esta joven, que sufre acromatopsia, una enfermedad congénita.

El proyecto One Team de Unicaja, 2 veces galardonado con el mejor trabajo de marketing de la Euroliga, continuará con sus entrenamientos por la gran aceptación que ha tenido, aunque sus adeptos confían en dar un paso más con la creación de una competición. «Es complejo, pero con una organización se puede llegar a progresar. Hay que pulir detalles y necesita años para que se parezca al fútbol para ciegos. En 2 días no se puede conseguir, pero con mucho trabajo, esfuerzo y practica estamos seguro que se logrará», ha añadido Estela.

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