Carolina Marin, letal y contundente en Escocia

La onubense conquista el Grand Prix de badminton en Glasgow tras imponerse a la jugadora local Kirsty Gilmour por 21-14, 11-21 y 21-13.
Carolina Marin

Carolina Marín durante esta temporada | AD

 

Jesús Ortiz García

Imparable, brillante y contundente. Carolina Marin estira su gran momento de forma y añade un torneo más a sus vitrinas. El bádminton más flamenco de la jugadora andaluza se impuso al ritmo de la gaita escocesa en Glasgow. La española batió a la jugadora local Kirsty Gilmour por 21-14, 11-21 y 21-13 en la final del Grand Prix de Escocia.

Tras más de un mes alejada de las pistas, Marin ha regresado de la mejor forma, exhibiendo su potencial, talento y un juego exquisito para aumentar su prestigio y gran palmarés a sus 20 años.

Desde el primer minuto la raqueta de Marin se mostró segura, rápida, letal y eficaz. Arrancó el partido con un parcial de 5-0 que silenció a la hinchada local. Su rival, que fue la verdugo de Beatriz Corrales en semifinales, había llegado a la final tras un torneo inmaculado y consiguió igualar el marcador a 8.

Pero de nuevo salió a escena la garra y el golpeo certero de la española para tomar aire y ponerse con 18-10 de ventaja. La onubense no dio tregua a la escocesa con puntos de smash, de espaldas a la red y dejadas para cerrar el primer set por 21-14.

Reacción de Gilmour

Jalonada por la afición local, Gilmour se deshizo de ataduras y cambió su imagen en el segundo set. Más enchufada y activa, la número 26 del mundo fue superior a Marin y sacó su mejor versión para marcharse con autoridad en el marcador (15-6). La andaluza intentó acortar distancias pero ya era tarde. El torneo se iba a decidir en la tercera manga.

Carolina Marin volvió a exhibir su mejor defensa y su martillo en ataque para noquear a su rival. Y quizás también algo ayudaron esos gritos tan característicos de la joven número 18 del ránking mundial para minar la moral de Gilmour.

Un parcial de 4-0 al inicio del tercer set fue una losa para la jugadora del país británico, que siempre fue a remolque y terminó por claudicar ante la fortaleza física y calidad de la onubense. Al final, 21-13 y grito en el pabellón escocés de la alumna del técnico Fernando Rivas.

Otro título más para una jugadora que no tiene techo y que se sitúa entre las mejores del mundo. En esta temporada alcanzó en el Mundial de Guangzhou (China)  los cuartos de final y ha conquistado los Abiertos de Suecia, Finlandia y los Grand Prix de Londres y Escocia.

«Estoy bastante contenta, no me lo esperaba porque llevaba 6 semanas lesionada de la rodilla. He ido de menos a más, la final ha sido bastante dura ya que aún no estoy al 100%. Estoy feliz por la victoria y el título conseguido», ha comentado.

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