Jesús Herrada vistiendo por primera vez el maillot de líder en La Vuelta. (Fuente: ©Photogomez Sport)

Mitchelton-Scott y Movistar se obcecan en un duelo de responsabilidades y la fuga daña la general llegando con más de diez minutos de ventaja.

José Luis Bravo

@joseluisbm730
6 de septiembre de 2018, 19:35

Desde el municipio de Mondoñedo, con uno de los cascos históricos más antiguos del mundo, comenzaba la duodécima jornada de La Vuelta ’18, 181 kilómetros de media montaña que finalizarían en el Faro de Estaca de Bares, el punto más al norte de la Península Ibérica. El pelotón comenzaba rodando con buen ritmo, algo estirado y neutralizando los intentos de fuga rápidamente, hasta los kilómetros finales del primer puerto, cuando 18 corredores, entre ellos “El Tiburón” Nibali, lo coronaban con un minuto de ventaja.

Los escapados comenzarían a distanciarse y, hoy sí, el Mitchelton-Scott de Simon Yates, encabezaba el pelotón. Entre los 18 fugados, Jesús Herrada (Cofidis) era el más peligroso para la general. En el kilómetro 49, con casi siete minutos de ventaja para la cabeza de carrera, el conquense del Cofidis se convertía en líder virtual. Volvería a ser una etapa rápida, en la segunda hora de carrera, el pelotón registraba 42,5 km/h. El grupo en cabeza llegaba al avituallamiento, en el kilómetro 88, con más de diez minutos de ventaja.

El equipo de Simon Yates era cosciente de que el maillot rojo peligraba, y marcaba un ritmo notable. Los escapados conseguían mantener su ventaja llegando a un segundo puerto donde comenzaban los acelerones para seleccionar la fuga. Matteo Trentin, encabezaba al Mitchelton-Scott sin conseguir reducir distancias. A un kilómetro para coronar la cima, eran once minutos respecto al pelotón, que ahora decidía dirigir Winner Anacona (Movistar Team).

Thomas De Gendt (Lotto Soudal), uno de los fugados, había coronado como primero el Alto de Cadeira y, continuando la lucha por el maillot de la montaña, también se llevaba la máxima puntuación en el Alto de San Pedro. La escapada afrontaba los últimos 50 kilómetros y Jesús Herrada tenía un margen de unos cinco minutos para llevarse el maillot rojo. El Movistar volvía a dominar el pelotón y, esta vez, el costarricense Andrey Amador imponía la marcha.

A 25 kilómetros para el final, el Mitchelton-Scott volvía a tomar las riendas del pelotón. De Gendt se llevaba el sprint intermedio de Ortigueira y se aseguraba el premio de la combatividad de esta etapa. Cinco kilómetros más tarde, ocho corredores saltaban de la fuga y llegarían a sacarle un minuto al segundo grupo en el que permanecería Herrada.

El pelotón no conseguía reducir la ventaja debido a una cabeza de carrera muy competitiva. En los últimos diez kilómetros se intensificaban los ataques y la etapa se decidiría entre Teuns (BMC), Formolo (Bora-Hansgrohe), Padun (Bahrain-Merida), Campanaerts (Lotto Soudal), Van Baarle (Team Sky), Geniez (AG2R La Mondiale). Con un ataque de Dylan Teuns bajo la pancarta de último kilómetro, daba comienzo un sprint final que se llevaría Alexandre Geniez con una magnífica arrancada. Dylan Van Baarle sería segundo y Mark Padun tercero.

Herrada entraría en el segundo bloque de fugados con una gran ventaja sobre el pelotón que le hará defender la próxima jornada el maillot rojo con una ventaja de 3:22 sobre el segundo en la general, Simon Yates, seguido de Alejandro Valverde (+3:23) que hoy volvía a correr con el maillot de líder por puntos, Nairo Quintana (+3:36) y Jon Izaguirre (+3:39). En la clasificación por equipos el Bahrain-Merida se colocaba primero con una ventaja de 14:10 sobre el Team Lotto NL-Jumbo y 15:05 sobre el Movistar Team.