Los 'mosqueteros' júnior son de plata

Yulen Pereira, Álvaro Ibáñez, Guillermo Sánchez y Ángel Fabregat con la medalla de plata. Fuente: RFE Esgrima

Yulen Pereira, Álvaro Ibáñez, Guillermo Sánchez y Ángel Fabregat con la medalla de plata. Fuente: RFE Esgrima

Como ocurrió en el pasado Europeo, Hungría se interpone en el camino de Yulen Pereira, Guillermo Sánchez, Ángel Fabregat y Álvaro Ibáñez, subcampeones del mundo en la categoría de espada.

Jesús Ortiz García

Apenas cuentan con recursos materiales y económicos e incluso algunos tienen que pagarse de su bolsillo los viajes para competiciones internacionales, pero cuando empuñan la espada exhiben todo su talento, ambición y desparpajo. Yulen Pereira, Guillermo Sánchez, Ángel Fabregat y Álvaro Ibáñez han vuelto a escribir un capítulo brillante en la historia de la esgrima española.

Si en el Europeo de Jerusalén lograron un bronce, en el Mundial Júnior de Plovdiv (Bulgaria) han añadido una medalla de plata a su sobresaliente palmarés. Esta hornada de jóvenes ‘mosqueteros’ sigue pisando fuerte e insuflando aire fresco a este deporte con su carácter ganador y competitivo.

El equipo masculino que dirigen Manuel Pereira y Ángel Fernández no pudo cobrarse su ‘vendetta’ en la final ante Hungría, selección que les apeó de la lucha por el oro en el pasado campeonato de Europa. En el Mundial celebrado en tierras búlgaras, la selección magiar otra vez ha frenado las aspiraciones España, que se ha visto superada por 45 a 23. La derrota no empaña el gran torneo que ha realizado esta generación de espadachines.

El conjunto español comenzó fuerte la competición aunque le costó imponerse en octavos de final a Rusia, uno de los más duros. Al final del tiempo normal el resultado era de empate a 30 y en la muerte súbita, la prioridad se alió de parte de los júnior de España.

En cuartos de final doblegaron a China con solvencia y superioridad por 45-29. Mientras que en semifinales ante Israel se vivió un duelo muy disputado que acabó con victoria española por un ajustado 45-43.

Ya en la final, la resistencia y agilidad de Pereira, la contundencia y anticipación de Sánchez, la velocidad y puntería de Fabregat y la técnica y nervios de acero de Ibáñez no fueron suficientes para tumbar a unos húngaros que se han mostrado insuperables. Paso a paso los chicos de la esgrima siguen cosechando éxitos y encaramados en el podio. Ahora están en el momento clave para dar el salto a sénior, con un objetivo en el horizonte: llegar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.

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