Niko Sherazadishvili, oro mundial

El Campeonato del Mundo de Judo de Hungría, que se celebra en Budapest del 6 al 13 de junio, ha deparado un cetro mundial español, una plata de Ana Pérez y dos bronces de Julia Figueroa y Fran Garrigós.

Avance Deportivo

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@deportivoavance
11 de junio de 2021, 16:00

El judoca español Nikoloz Sherazadishvili logró, 3 años después de ceñirse en Bakú su primer cetro mundial, su 2º título de campeón del mundo en la categoría de -90 kilos, tras imponerse este jueves por «ippon» al uzbeko Davlat Bobonov en la final del Mundial que se esta disputando en Budapest.

Sherazadishvili, de 25 años, hizo valer su condición de número 1 de la clasificación mundial en un intenso combate que no se resolvió a favor del español hasta la técnica de oro. Un auténtico cara y cruz al que Nikoloz llegó con la amenaza de los dos «shidos» -penalizaciones- que figuraban en su marcador y que no dejaban al español ningún margen de error.

Pero ni así dejó Sherazadishvili de llevar la iniciativa. Una ambición que se vio premiada tras casi seis minutos de combate con el «ippon» que le permitió coronarse por segunda vez campeón del mundo. Triunfo que culminó la sensacional actuación del judoca español en la capital magiar, donde Sherazadishvili se impuso por «ippon» en todos sus combates.

Una contundencia no exenta de dificultades, ya que si en su primer combate Nikoloz se benefició de los tres «shidos» con los que fue penalizado el kirguís Faruch Bulekulov, en el segundo tuvo que espera a tres segundos para la conclusión para sumar el «ippon» que le otorgó el triunfo sobre el polaco Piotr Kuczera.

La siguiente «víctima» de Nikoloz Sherazadishvili fue el mongol Altanbagana Gantulga al que el español se impuso con una acción que pese a que en un primer momento los jueces puntuaron con un «waza-ari», tras revisar las imágenes de video fue finalmente premiada con un «ippon».

El mismo resultado por el que el pupilo de Quino Ruiz se aseguró su presencia en la gran final, tras imponerse al japonés Kenta Nagasawa, bronce en los Mundiales de Bakú 2018.

Pero es que nadie pudo detener en la capital magiar al pupilo de Quino Ruiz, subcampeón del mundo en el año 1991 y que no pudo contener las lagrimas tras el triunfo de Nikoloz, al que entrena desde que llegó a España con 13 años desde su Georgia natal.

Por no poder, no ha podido con Nikoloz Sherazadishvili ni el coronavirus, que obligó al judoca español a parar unas semanas durante el pasado mes de mayo, tras dar positivo en un control.

España suma un total de 4 medallas en este Mundial de Budapest en donde además del oro logrado este jueves por Sherazadishvili, el conjunto español suma una plata, la conquistada por Ana Pérez Box en la categoría de -52 kilos, y 2 bronces, los cosechados por Fran Garrigós, en -60 kilos, y Julia Figueroa, en -48 kilos.

Ana Pérez Box consiguió este lunes la medalla de plata en la categoría de -52 kilos al caer en la final ante la japonesa Ai Shishime, número 3 del ránking mundial y que consiguió el oro por ‘ippon’ tras inmovilizar a la española a falta de 27 segundos para el final del combate. La alicantina, perteneciente al Valencia Club de Judo, de 25 años y número 12 del mundo, no tuvo muchas opciones de conseguir el oro ante la japonesa, que tuvo controlado el combate ante la española. Ésta acumuló dos ‘shidos’, prueba de la poca efectividad de sus agarres.

Por su parte, Fran Garrigós se colgó el bronce en la categoría de -60 kilos al imponerse al francés Walide Khyar en la final de repesca. Garrigós, vigente campeón de Europa de la categoría, se aseguró el tercer escalón del podio tras firmar un «waza-ari» a falta de 54 segundos para la conclusión del combate.

Una ventaja que el español, número 6 de la clasificación mundial, supo conservar con oficio hasta el final, pese a las arremetidas del judoca francés. Y es que el pupilo de Quino Ruiz no estaba dispuesto a quedarse fuera del podio en un Mundial que el madrileño arrancó con 2 claras victorias por «ippon» sobre el turco Mihrac Akkus y el israelí Matan Kokolayev.

Racha victoriosa que se vio truncada en los cuartos de final, en los que el judoca español cayó ante el kazajo Magzhan Shamshadin, que a la postre acabó logrando la medalla de plata. Una derrota de la que Garrigós, de 26 años, se resarció ante el búlgaro Yanislav Gerchev en el primer combate de la repesca y que permitió al español pelear por la medalla de bronce.

Hizo lo propio la cordobesa Julia Figueroa con la medalla de bronce en la categoría de -48 kilos al imponerse por «ippon» a la argentina Keisy Perafán en la final de repesca. Un combate por el bronce en el que la española, número seis de la clasificación mundial, no dio la más mínima opción a su rival como atestiguó el apenas un minuto y doce segundos que Figueroa necesitó para alzarse con la victoria.

Un metal que premió la sensacional actuación de la judoca cordobesa, que cumplió 30 años el pasado mes de abril, en la capital húngara, donde Julia Figueroa se impuso por «ippon» en sus 2 primeros combates a la azerbaiyana Aisha Gurbanli y la peruana Brillith Gamarra.

Más sufrido fue el triunfo logrado ante la francesa Shirine Boukli y que abrió al Figueroa la puerta de las semifinales, en las que la española cayó por «waza-ari» ante la joven japonesa Wakana Koga, campeona del mundo júnior en el año 2019. Derrota de la que la española se resarció en la final de repesca con un claro triunfo sobre la argentina Perafán.

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