Raúl Zambrana:

Al paratriatleta malagueño se le escapó la medalla de plata en el Mundial de duatlón celebrado en Pontevedra por un fallo al no depositar obligatoriamente en una cesta el casco de bicicleta que había utilizado.

Jesús Ortiz García
Actualizado: 5/06/2014 19:00 horas

Raúl Zambrana en el Mundial de duatlón.

Raúl Zambrana en el Mundial de duatlón.

De rozar la gloria a recibir uno de los golpes más duros de su carrera deportiva. A Raúl Zambrana se le escapó la medalla de plata en el Mundial de duatlón por un fallo en la zona de boxes para hacer la transición, cuando afrontaba la última parte de la prueba como segundo clasificado.

El malagueño llegaba como un niño con zapatos nuevos a Pontevedra. Después de varios años insistiendo en ser incluido en una categoría más acorde a sus circunstancias físicas -tiene la pierna izquierda amputada bajo la rodilla y 2 nervios del hombro derecho seccionados-, en tierras gallegas recibió la noticia de que competiría en la clase PT2 con atletas en igualdad de condiciones.

Había invertido muchas horas de entrenamientos junto a su entrenador Emilio Fernández entre las playas de la Costa del Sol y las carreteras de la Axarquía para preparar a conciencia este campeonato. «Estaba muy ilusionado, bien físicamente, con confianza y ganas de subir al podio», comenta. Pero todo se derrumbó en décimas de segundo cuando apuntaba a medalla.

El problema fue que, tras hacer el cambio de la bicicleta a la carrera a pie, cada corredor tiene una cesta en la que tiene que depositar obligatoriamente el casco que ha utilizado. Zambrana no lo hizo correctamente: «Lo dejé colgado en el manillar de la bicicleta», dice. Por esa acción un juez le sancionó con un penalty box de 10 segundos, pero tampoco lo cumplió porque no vio el cartel que se lo indica. «Iba tan motivado y entregado en la carrera que no me fijé y seguí», relata.

Afrontó los últimos 2,5 kilómetros de la carrera a pie lanzado, aventajando al tercer atleta en más de un minuto y disfrutando en cada zancada por las calles de Pontevedra, pero sin ser consciente de que su esfuerzo acabaría sin recompensa. «Si me hubiese parado para cumplir esa sanción de 10 segundos, el tercero no me habría cogido. Se me quedó un sabor muy amargo», recalca.

Al cruzar la línea de meta por detrás del campeón, el español Miguel Coca, recibió la noticia de la descalificación. «Me había salido una gran carrera con un tiempo de 1:22.15 y cuando me comunicaron los jueces la sanción creí que estaban bromeando. Los nervios de verme subcampeón del mundo me traicionaron y el único culpable soy yo, ha sido una decepción, pero seguro que no me volverá a pasar lo mismo. Fue un fallo humano y de los errores se aprenden, ahora hay que levantarse, trabajar y seguir luchando con más ganas», subraya.

Este año ha sido subcampeón de España de duatlón un mes después de sufrir un atropello mientras realizaba un entrenamiento en bicicleta. Y durante los próximos días trazará una nueva hoja de ruta en busca de pruebas que le ayuden a sumar puntos para el ranking de cara a la clasificación para los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro de 2016.

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