Roxana Popa camina hacia la madurez en gimnasia artística
La gimnasta de origen rumano, que ha debutado en el Mundial con el puesto número 12, es la gran promesa española tras haber superado una grave lesión en el codo.
I. M.
Con sólo 16 años, Roxana Popa se presenta como una de las gimnastas españolas con más futuro. Algunos la consideran la nueva Nadia Comaneci, no sólo por su origen rumano, sino porque su progresión es muy prometedora. Y eso a pesar de que la joven ya ha estado a punto de dejar la competición por culpa de una grave lesión en el codo.
Este año ha debutado en el Campeonato del Mundo de Gimnasia Artística, que se celebró en Amberes a principios de octubre, y en el que ha logrado una muy meritoria plaza número 12, ya que la prueba en la barra se le resistió.
El reto no le supuso presión añadida. «Al contrario, tenía menos presión porque iba a algo grande y era el primer año, así que iba como novata», asegura Popa, quien admite que le habría encantado conseguir una medalla pero «no era el objetivo» en esta ocasión.
Por eso, considera que haber quedado entre las 12 mejores gimnastas del mundo es «algo grande y da más seguridad a la hora de competir en europeos y otras competiciones menores».
Ya ha vuelto a los entrenamientos y los estudios, aspectos que dice tener «bien organizados» dentro del Centro de Alto Rendimiento de Madrid. «Es muy cómodo y sientes que estás rodeada de gente como tú, que te entiende», señala esta joven.
Popa apunta que no tiene un aparato favorito pero las paralelas le suponen una dificultad añadida debido a la lesión que sufrió hace un par de años. «Acabé la rehabilitación hace tiempo pero no conseguí la máxima supinación y extensión, así que me cuesta un poco más en paralelas y tengo que cuidar más para no cargar el codo», explica esta gimnasta del club Los Cantos de Alcorcón.
El tiempo que estuvo alejada de este deporte, mientras veía a sus compañeras ir a entrenar a diario, fue muy duro para ella pero, a pesar de su juventud, nunca quiso rendirse. «Pensaba en el presente, en recuperarme y tirar para adelante porque con estar en un gimnasio ya me conformaba, pero cuando volví a entrenar, poco a poco ví que podría volver y ya no me conformo», indica.
Tampoco resultaron fáciles los comienzos, como cuando ganó el Campeonato de España en 2008 pero no podía recibir su medalla porque aún no tenía la nacionalidad, que le fue otorgada ese mismo año.
Curiosamente, no llegó al deporte que ahora es su vida por decisión propia. «Lo eligió mi madre», reconoce entre risas. «Era un desastre, saltaba por los sofás de casa, me abrí la cabeza dos veces y no paraba, así que mi madre me dijo que si me iba a caer, mejor que hubiera una colchoneta«, explica.
Ahora es lo que más la motiva. «Hay veces que dices: ‘hoy no me apetece nada’ pero es llegar a entrenar y se te quita esa sensación». Además, aunque en su segunda temporada en la categoría absoluta quiere ir «poco a poco», está decidida a competir por el podio en unos Juegos Olímpicos, siguiendo los pasos de sus ídolos, las medallistas Comaneci y Catalina Ponor. De ahí que esté buscando elementos y combinaciones nuevas que la hagan destacar en las próximas competiciones.
Junio de 1997, Constanza (Rumanía)
Ganó el campeonato nacional de gimnasia artística en 2008 aunque no subió al podio porque aún no tenía la nacionalidad española
Quedó sexta en concurso completo individual del Campeonato de Europa 2013
Oro en el Campeonato de España de 2013
Posición número 12 en el Campeonato del Mundo de Amberes 2013