Simón Cruz, el abanderado español del parabádminton

El jugador jienense de bádminton, Simón Cruz, durante un partido. Fuente: jomamaramiphotos

El jugador jienense de bádminton, Simón Cruz, durante un partido. Fuente: jomamaramiphotos

El jugador andaluz, campeón de Europa y plata en el Mundial, se congratula ante la inclusión de su deporte en los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020. «Se ha dado un paso, ahora espero tener apoyos para estar allí».

Jesús Ortiz García
Actualizado: 05/02/2015 08:05 

Era un secreto a voces y ya ha sido confirmado, el bádminton hará su debut en unos Juegos Paralímpicos en Tokyo 2020. En Andújar, Simón Cruz tiene motivos para celebrarlo, él es el abanderado español de esta modalidad y uno de los 8 mejores jugadores del mundo. Al andaluz se le abre la oportunidad de cumplir su sueño: «Se ha dado un paso, ahora espero tener apoyos para estar allí. Vivir unos Juegos sería lo máximo».

Simón Cruz. Fuente: jomamaramiphotos

Simón Cruz. Fuente: jomamaramiphotos

La trayectoria del jienense ha sido meteórica, en apenas 5 años en la élite del parabádminton ha conquistado 6 medallas en los campeonatos de Europa (un oro, 2 platas y 3 bronces), además de una plata en el Mundial de Guatemala en 2011. «Soy el primer español que ha ganado un título europeo y ha llegado a dos finales en la misma competición», relata.

Llegar hasta la cima no ha sido un camino fácil, ha tenido que invertir muchas horas de entrenamientos y también dinero. «No cambio las medallas del último Europeo por nada, pero sí es cierto que tuve que rascarme el bolsillo para prepararme, nada de lo que he logrado ha sido gratis. Ha sido una dedicación plena, con 3 sesiones diarias, es duro y sacrificado, pero no queda otra si quieres estar en lo más alto», comenta.

El jugador del Club Bádminton Badfly reclama más apoyos a personas como él para alcanzar sus metas y mantener el nivel competitivo de los últimos años. «La situación es precaria, estoy considerado como deportista de élite por mis resultados, pero ayudas económicas nada de nada. El Ayuntamiento de Andújar me da unos 500 euros, aunque no me da ni para cubrir el gasto de gasolina ya que todos los días tengo que recorrer 100 kilómetros para ir a entrenar a Jaén», lamenta.

Recibe la colaboración del Gimnasio Aqua Gym y de Ortopedia López, «que pone a punto mi prótesis antes de competir». Y también tira de ingenio para lograr más recursos, como el diseño de un calendario con su imagen. «Confío en que el panorama mejore, ya que mientras que en el resto de países han subido el nivel, el número de jugadores y las ayudas, en España vamos muy atrasados. Voy a darlo todo para llegar a los Juegos, pero tengo 2 hijos pequeños, una hipoteca que pagar y si no cuento con un respaldo, no podré seguir. Y sería una pena porque el deporte es mi vida», confiesa.

El bádminton, una vía de escape

En 1999 Cruz sufrió un accidente laboral en un molino de orujo que le dañó la pierna izquierda, la cual le tuvieron que amputar por encima de la rodilla. «Fue un palo pero salí adelante, ahora hago cosas que no hubiese imaginado antes», subraya. Y en 2007 empezó a jugar al bádminton: «Había practicado tenis de mesa, fútbol sala y natación, pero desconocía este deporte. Hasta que Alfonso Otero, presidente de la Federación Andaluza de Discapacitados, me animó a que lo probara», cuenta.

Simón Cruz y Gustavo López. Fuente: AD

Simón Cruz y Gustavo López. Fuente: AD

En 2011 comenzó a entrenar con Gustavo López, el actual seleccionador español y su mentor. «Sin él no hubiese sido campeón de Europa. Todo lo que he aprendido ha sido gracias a él, me ha ayudado a progresar en este deporte», reconoce. También agradece el apoyo del Club Badfly, con el que participa en campeonatos con personas sin discapacidad. «Es muy difícil pero algún partido gano. Se sorprenden al verme jugar por primera vez, después ya no se fían de mí», bromea.

Cruz, que compite en la categoría SL3, juega con una prótesis de carbono en la rodilla. «Es la misma que utilizo cada día, es muy pesada pero me da mucha estabilidad. Con ella me desplazo bien y he mejorado la técnica, es fundamental en un deporte con movimientos muy explosivos», añade.

El iliturgitano tiene ya la mente puesta en el próximo Mundial en China, en el que espera emular a la también andaluza Carolina Marín. «Me identifico mucho con ella y con Rafa Nadal, son deportistas guerreros que no dan un punto por perdido. Con Carolina tuve la suerte de compartir entrenamientos, es una chica increíble. Ella hizo historia, ojalá yo también pueda con los asiáticos. Hay mucho nivel en rivales que cuentan con grandes infraestructuras, pero confío en mis opciones. Iré paso a paso», explica.

Y en el horizonte, los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020. «Es algo con lo que siempre he soñado, mi ilusión es representar a España en unas Paralimpiadas. Sería una forma bonita de ponerle la guinda a mi carrera deportiva. Espero seguir en buen nivel y que la Federación Española de Bádminton y el Comité Paralímpico den un paso al frente si quieren tener a un representante español. Es mi sueño y no me voy a rendir», apostilla.

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