El desarrollo de la tecnología ha logrado que deportes como el ciclismo tengan nuevas y numerosas opciones.

Además, la bicicleta en sí es un instrumento que facilita el desplazamiento gracias a sus ruedas y su mecanismo, que puede manipularse de tal forma que permiten a las personas con discapacidad disfrutar de sus beneficios y competir a nivel olímpico.

El ciclismo, que comprende pruebas de pista y de carretera, se ha consolidado como uno de los deportes más populares del programa paralímpico. En sus inicios, sólo lo practicaban los tándem, formados por un deportista ciego y un piloto sin discapacidad. Pero pronto los avances técnicos permitieron que esta disciplina se abriera a ciclistas con otras discapacidades.

En total, serán 50 los eventos con medalla en los que participarán corredores ciegos y deficientes visuales, con parálisis cerebral, amputados o con otras discapacidades físicas, que competirán en tándem, bicicletas convencionales, bicicletas de mano o handbikes y triciclos. Estas dos últimas sólo disputarán las pruebas de carretera.