Las hermanas Eva y Marta Calvo, de Leganés a la cima del taekwondo

Eva y Marta Calvo, tras lograr la medalla de plata en el Mundial de taekwondo. Fuente: AD

Eva y Marta Calvo, tras lograr la medalla de plata en el Mundial de taekwondo. Fuente: AD

En 2006 empezaron a dar sus primeras patadas en el tatami del Club Sánchez Élez y hace unos días se proclamaron subcampeonas del mundo en Rusia. Eva ya tiene el billete para los Juegos Olímpicos de Río y Marta lo tiene un poco más cerca.

Jesús Ortiz García
Actualizado: 20/05/2015 17:00

Una es más sosegada y estratega en el combate, la otra es algo más impulsiva y pertinaz aunque a la vez muy fría. Ambas sonríen constantemente con algo de timidez, pero en el tatami devoran a sus rivales con su repertorio de patadas, técnica y factor sorpresa. Son las hermanas Eva y Marta Calvo, estudiantes de Matemáticas y doctoradas en taekwondo. Dos joyas de este deporte que han alcanzado la cima logrando el subcampeonato del mundo.

Las madrileñas Marta y Eva.

Las madrileñas Marta y Eva.

En Chelyabinsk (Rusia) rozaron el oro, Eva perdió en la final de hasta 57 kilos contra la japonesa Mayu Hamada. «Estamos muy contentas, aunque íbamos a por todas en este campeonato, no esperábamos que las 2 consiguiéramos medalla, es un sueño», asegura. Y Marta, de sólo 18 años, campeona de Europa júnior, cayó en el duelo decisivo con la turca Irem Yaman en 62 kilos: «Íba a disfrutar, sin presión, a intentar pasar el número máximo de rondas posibles y llegar a la final fue toda una sorpresa».

A Eva, número 1 del ránking, la eliminó la misma contrincante del Mundial de Puebla (México) en 2013, donde fue bronce. La clave estuvo en un despiste en los últimos segundos del 2º asalto, cuando la nipona le golpeó en el casco y abrió una brecha importante en el marcador. «Tuve un fallo al no cubrirme y mi rival lo supo aprovechar, fui a remolque durante todo el combate, pero ella tiene un sistema muy defensivo y fue difícil encontrar el hueco para puntuar», relata.

Pocos minutos después subía al tapiz su hermana menor para medirse a la otomana Yaman, que tuvo que sudar para evitar la gesta de la española. «Empecé bien, me puse por delante en el marcador, luego me remontó, tuve un error y me dio en la cabeza. Al final tuve que ir un poco a lo loco para buscar el empate y fue cuando ya no tenía opciones. Mi rival tuvo que trabajar duro para ganarme», recalca. Pese a ello, el apellido Calvo ya está en lo más alto del taekwondo mundial: «Suena muy bien (risas), es un orgullo, nos hace mucha ilusión que se fijen en nosotras y llama más la atención que 2 hermanas estén entre las mejores del mundo», dice Eva.

De hobby a filosofía de vida

En 2006 llegaron juntas a las artes marciales, con 9 años Marta animó a Eva a acudir a clases de taekwondo en el club Sánchez Élez de Leganés. «Buscábamos algo con más acción y contacto, pero lo único que conocíamos de este deporte era que se daban patadas, nos pareció divertido y decidimos probarlo», cuenta la joven. «El primer día estábamos muy perdidas (risas), nos lo tomábamos como un hobby y ahora se ha convertido en una filosofía de vida», añade Eva.

Forjadas bajo las directrices del maestro José María Martín ‘Xixo’, entrenan todos los días y cada una se ha convertido en la mejor ‘sparring’ de la otra. «Nos damos caña pero con cariño (risas), los entrenamientos son muy divertidos y es un lujo compartirlos con mi hermana, es mi referente», apunta Marta. «Ella suele repartir más golpes. Cada una mejora a la otra, aunque no me gustaría cruzarme con ella en competición», bromea Eva, que describe a Marta como una taekwondista «muy agresiva en el tatami (risas). Pelea los puntos poco a poco y si va perdiendo, le da igual terminar con un resultado más amplio, va a por todas sin miedo». Mientras que «Eva es más tranquila que yo, parece que lo tiene todo planeado y es muy segura».

Eva Calvo en un combate. Fuente: Fetaekwondo

Eva Calvo en un combate. Fuente: Fetaekwondo

Eva, que en 2014 fue campeona de Europa y oro en 3 Grand Prix, ya tiene su billete olímpico para Río 2016. «Es un sueño hecho realidad, ir a los Juegos Olímpicos es lo máximo y llevo años peleando para lograrlo. Ya he hablado con los entrenadores para ver cómo enfocamos este año y medio de cara a Río, donde me gustaría lograr una medalla», recalca.

Marta también quiere estar en la cita de Brasil: «La categoría de -62 kg no es olímpica, pero en los Open se juntan varias y los puntos cuentan para la de -67. Con la plata en el Mundial he dado un salto muy grande en el ránking, estoy la 11ª y me ha cambiado la forma de ver el objetivo de los Juegos, antes ni me lo planteaba, ahora sigue estando difícil pero lo veo posible».

Sus metas más inmediatas son: pelear por medallas en el Open de Austria a finales de mayo y en el Festival Olímpico de la Juventud Europea en julio en Tbilisi (Georgia) para Marta. Y para Eva, el oro en los Juegos Europeos de Bakú (Azerbaiyán) en junio. Trabajadoras incansables, humildes, tenaces, con espíritu luchador y una fe en sí misma muy grande, las ‘guerreras’ de Leganés buscan seguir escribiendo capítulos dorados en la élite del taekwondo.

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